jueves, 10 de mayo de 2012

Ferrari California


El 70% de los compradores del California se estrenan como propietarios de un Ferrari, lo que encaja perfectamente con las pretensiones de la marca que, cuando decidió construir este modelo, trataba de captar nuevos compradores para quienes, además de las prestaciones y la deportividad, fueran importantes el confort y los aspectos versátiles.


Este descapotable con 2+2 plazas fue también el primer coche del Cavallino Rampante en incorporar la inyección directa de combustible, la caja de cambios automatizada de doble embrague y el techo duro retráctil. Ahora, sin renunciar en absoluto a esa filosofía de gran turismo “civilizado”, en comparación con el resto de sus hermanos de gama, el California da un paso adelante para ganar en agilidad y respuesta a las solicitudes del conductor.
Las novedades hay que buscarlas en lo que no se ve, pues el diseño exterior y el habitáculo permanecen inalterados. En primer lugar, se ha retocado el motor V8 de 4.3 litros, que pasa de los 460 a los 490 caballos y mejora sensiblemente sus valores de par en todo el régimen de utilización.
Los nuevos pistones, colectores de escape y centralita electrónica son los responsables de esa mayor energía, que se traduce en aceleraciones y recuperaciones más rápidas, como por ejemplo, los 3,8 segundos que necesita para pasar de 0 a 100 kilómetros por hora, una cifra que rebaja prácticamente en dos décimas de segundo la obtenida por la generación precedente.